Problemas de cartel en el armado del FAP porteño.
Lozano y Cortina reaccionan ante el acercamiento con Pino Solanas.
Dentro del Frente Amplio Progresista (FAP), el
espacio que lidera Hermes Binner y que se coronó como la segunda fuerza
en las presidenciales del año pasado, ya comenzaron las pugnas por las
candidaturas para la Cámara alta. La Ciudad de Buenos Aires es uno de
los distritos en el que los dirigentes que integran las distintas
fuerzas del FAP se pelean por la bendición del santafesino para que los
coloque al tope de la lista.
Entre los anotados que ya forman parte del FAP están Claudio Lozano
(UP) y Roy Cortina (PS). Pero en las últimas semanas se les sumó Pino
Solanas, que ya lanzó su campaña publicitaria en soledad. El cineasta
ahora busca recomponer relaciones con el espacio opositor para encabezar
el elenco al Senado de la mano del santafesino. El radicalismo porteño,
en tanto, también busca hacerse un lugar dentro ese armado, llevando
nombres como Ricardo Gil Lavedra, Rodolfo Terragno y Leandro Despouy.
Dentro del FAP “todos es, por ahora, una gran festival de egos”,
confesó un hombre de Binner que pisa fuerte en la Capital. Lo cierto es
que para el ex gobernador de santa Fe, por ahora, es el cineasta el que
más peso tiene, razón por la que estaría dispuesto a consagrarlo como
primer candidato a senador tal como aspira el cineasta. “Es probable que
empiecen a reconstruir su relación en poco tiempo, pero no menos cierto
es que Binner le desconfía. Piensa que Pino ahora lo busca porque le
conviene pero que más adelante, para el 2015, vuelva a repetir la
historia y se corte solo”, contaron cerca del socialista.
Las encuestas que manejan cerca del ex candidato presidencial en
terruño porteño lo ubican a Solanas en tercer lugar, detrás de PRO y el
kirchnerismo. Más atrás figuran Lozano y Cortina.
Ambos diputados lanzarían sus candidaturas, aunque más tarde decidan
declinar: “La idea es que alguno de los dos sea candidato a jefe de
Gobierno con el respaldo de la figura de Binner a la presidencia. Por
eso, una campaña como candidatos a senadores ya los va instalando en el
electorado”, razonan los frentistas capitalinos.
“Todavía no sabemos si los radicales puedan congeniar en un mismo
frente con Pino. Además, muchos dirigentes de la UCR piensan que es
mejor presentarse solos en las legislativas del año que viene, pero
otros coinciden con nosotros en que hay que integrar a la mayor cantidad
de espacios políticos para tener chance de ganarle a PRO y al
kirchnerismo. Si se logra ese armado, llegaríamos al 2015 como una
fuerza más y mejor consolidada”, analizaron los hombres encargados de
diagramar la propuesta en la Ciudad.
Además, los articuladores de Binner
no descartan trasladar a tierra porteña a la diputada ex kirchnerista
Victoria Donda o sumar a Humberto Tumini al armado. “Es una persona con
mucha presencia en los medios de comunicación y podría potenciar al FAP
en la Ciudad”, admitieron.
Otro de los hombres que algunos frentistas quieren ir a buscar es al
economista Alfonso de Prat Gay, quien termina su mandato el año próximo
en Diputados y que hoy por hoy, con Elisa Carrió casi exiliada de la
arena política, “resultaría una buena incorporación para el FAP”, sobre
todo porque el ex titular del Banco Central cuenta con una considerable
imagen positiva en la Ciudad.
Sin embargo, desde el espacio de Claudio Lozano aplauden la posible
incorporación del cineasta, pero rechazan tajantemente que se le dé el
alta a “la estructura radical”. Tampoco quieren saber nada con algunos
ahijados políticos de Carrió como Prat Gay o María Eugenia Estenssoro,
que se acaba de incorporar al boque del FAP en el Senado.
“No vamos a permitir que el radicalismo corrupto de la Ciudad sea
parte del armado político, pero sí queremos a algunos radicales como
Leandro Despouy o Manuel Garrido, pero no a Gil Lavedra. Tampoco
queremos a Estenssoro o Prat Gay, sí a algunos dirigentes de la
Coalición Cívica como Fernanda Reyes”, señalaron cerca de Lozano.
El armado político de Hermes Binner en la Capital Federal ya comenzó a
diseñarse, pero las diferencias entre sus dirigentes presagian una dura
pelea hacia adelante.
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