Frente Amplio Progresista

En el marco del 9no aniversario del fallecimiento del maestro Alfredo Bravo, conmemoramos su figura de gran educador y destacado político socialista de nuestro país.

Con una fuerte conciencia social y comprometido en sus ideales a favor de una sociedad más justa y solidaria, llego a ser dirigente sindical, subsecretario de Educación, copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, diputado nacional, Presidente del Partido Socialista y Senador elegido por los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.

Defensor de la escuela pública, encabezó durante el régimen de Onganía la lucha en contra de la abolición de la escuela inicial primaria, cuyo éxito implicó la reparación del fragmentado mapa gremial docente y en 1973, el nacimiento de La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). 

También fue fundador en 1975, junto a otros dirigentes de la talla de Alicia Moreau de Justo, Raúl Alfonsín y Oscar Allende, de La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

Con la dictadura militar de 1976 y su “Proceso de Reorganización Nacional” que se había propuesto avanzar sobre el terreno educativo con la anulación de educadores e intelectuales, Bravo resulto detenido-desaparecido desde 1977 a 1979. 

Con el retorno de la democracia, fue convocado por el presidente Raúl Alfonsín para ocupar la Subsecretaría para la Actividad Docente, pero en 1987, en total discordancia con la sanción de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, decidió renunciar a su cargo y volver a su trabajo en la escuela primaria de la que había sido director.

Aun así, aspiro a ser electo diputado nacional 1991 y senador por la ciudad de Buenos Aires en 2001. 

Luego de participar activamente en la reunificación del Partido Socialista en 2002, fue en congreso partidario aclamado como candidato a presidente para las elecciones de 2003, pero el 26 de mayo de ese mismo año, falleció.

Es por su compromiso en la defensa de la educación y los derechos humanos, por la coherencia y convicción en sus actos, y por su labor como uno de los principales forjadores en la construcción de una nueva era del Partido Socialista, que lo recordamos con nuestro mayor reconocimiento.